La Alcaldía de Palmira, bajo el liderazgo del alcalde Víctor Ramos, ha marcado un hito histórico en el desarrollo urbano y social de la Comuna 10. Tras una espera de 28 años por parte de la comunidad, la administración municipal logró la gestión y recepción de los predios en Ciudad del Campo, un paso administrativo crucial que desbloquea la ejecución de tres proyectos de alto impacto. Este logro materializa la promesa de campaña y sienta las bases para la construcción de un Centro de Excelencia en Salud y la ampliación de la sede educativa.
El proyecto insignia de esta intervención es el nuevo bulevar comercial, deportivo y cultural, una obra de infraestructura diseñada para redefinir el espacio público. El plan maestro contempla una intervención masiva que incluye 16.156 m² de nuevas zonas verdes, integradas con 1.323 m² de senderos en gramoquín y 3.505 m² en adoquín de alta resistencia. Además, se construirá una ciclovía de 1.300 m² y 1.690 m² de andenes incluyentes, garantizando la accesibilidad universal. La infraestructura se complementa con una cancha múltiple, una pista de trote, gimnasios biosaludables y 65 nuevas unidades de mobiliario urbano, consolidando un complejo de primer nivel.
Esta transformación va más allá del concreto y responde a un profundo anhelo de la comunidad. Líderes vecinales y ediles han calificado el inicio de obras como el fin de décadas de promesas incumplidas. La reubicación de vendedores en una nueva plazoleta de comidas, la construcción de una pista de patinaje para los jóvenes deportistas y la creación de espacios para el adulto mayor, son acciones que fortalecen el tejido social y generan un sentido de pertenencia. El proyecto no sólo revitaliza el área, sino que dignifica y reconoce a los habitantes de Ciudad del Campo como parte integral del desarrollo de Palmira. Este avance en la Comuna 10 se enmarca en una estrategia de ciudad más amplia, enfocada en la eficiencia y la ejecución. Con más de 45 obras iniciadas en 17 meses de gobierno la administración del alcalde Víctor Ramos demuestra que la transformación de Palmira avanza “a pasos agigantados”. La inversión en infraestructura de calidad, como los 340 m² de pompeyanos para seguridad vial y los 555 m² de suelo en caucho para zonas infantiles, evidencia un compromiso con el bienestar y la calidad de vida, demostrando con hechos tangibles que la eficiencia en la gestión pública es el motor del progreso.